Como cualquier ingreso, las ganancias derivadas de las acciones, ETF’s y fondos de inversión, los productos de inversión más comunes, están gravadas de manera progresiva por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Pero sólo hay que pagar sobre los beneficios, es decir al vender las acciones.
Como decimos, mientras no se venda, da lo mismo lo que haya aumentado su valor, no hay que pagar nada.
En primer lugar, debemos tener claro que los impuestos hacen disminuir las ganancias en el mercado de acciones. El IPRF se debe aplicar en cualquier tipo de ganancia obtenida. Aunque no se llegue al mínimo (1600 €), todas las ganancias deben declararse, informando a Hacienda de los movimientos y ganancias-pérdidas sufridas. Incluso aunque no se deba pagar IRPF.
Las ganancias obtenidas en el mercado bursátil deben declararse, dependiendo de las plusvalías generadas, en diferentes tramos:
- Ganancias de hasta 6000 €: el porcentaje a retener será del 19 %.
- Ganancias de entre 6000 y los 50 000 €: 21 % de retención.
- Ganancias superiores a los 50 000 €: 23 % de retención fiscal vía IRPF.
Es decir, si un año compramos acciones por valor de 10.000 euros y al año siguiente vendemos por valor de 15.000 euros, tenemos un beneficio de 5.000 €. Como los 5.000 € de beneficios se encuentran en el primer tramo del 19 %, tendríamos que pagar 950 € en impuestos (el 19 %).
Las tasas impositivas de esta tabla se aplican de manera progresiva. Si en lugar de ganar 5.000 €, hemos ganado 8.000 €, a los primeros 6.000 € se le aplica el 19 % y a los 2.000 restantes el 21%.
En el caso de nos repartan los beneficios vía dividendo en metálico, el importe será el mismo, dependiendo los tramos. Si en cambio, el dividendo es mediante el otorgamiento de nuevas acciones, la venta de de los derechos estará sujeta a retención con los tramos mencionados anteriormente. Si decidimos conservar los derechos (convertidos luego en acciones), no se tributará hasta que se vendan.
Desde Calzada Fiol & González Abogados te asesoramos sobre las mejores formas de gestionar los impuestos que se deben pagar en la inversión bursátil, especialmente en dividendos y en la venta de acciones con plusvalías.