Para la reclamación de impagos, la mejor opción es optar por procedimientos ágiles y sin excesiva carga documental ni procesal para una resolución rápida y segura.
Jurídicamente, siguiendo esta línea ágil y garantista, el procedimiento monitorio es la vía de reclamación civil de cantidades más rápida. Creada a tal efecto, además de aportar eficacia y rapidez, reduce los costes del proceso al reducir carga procesal. Actualmente, se trata de un proceso enfocado en la reclamación de deudas dinerarias, líquidas, vencidas, exigibles.
El proceso de reclamación de impagos
Tras la fase de presentación de la solicitud en el juzgado por parte del demandante y una vez admitida, el deudor recibirá un requerimiento de pago con las siguientes opciones:
- Pagar la cuantía reclamada.
- Desobedecer al requerimiento de pago.
- Oponerse mediante escrito de oposición, justificando esta forma de proceder al respecto.
Solo será necesario llegar a juicio si el deudor se opone a pagar la cantidad reclamada. En caso contrario, se podrá instar la ejecución forzosa, mediante la cual se embargan bienes del demandado para aplicarlos al pago de la deuda.
Como este procedimiento tiene detractores, analizamos los datos que facilita el Consejo General del Poder Judicial en referencia a las diferentes formas de resolución del proceso monitorio para justificar su valía y eficacia. Alrededor de la mitad de las solicitudes iniciales (el 44,6 %) termina con el pago o con un título ejecutivo. Solo el 8,1 % termina en oposición, abriendo el correspondiente juicio que por cuantía corresponda.
Para reclamación de impagos, mejor estar asesorado por profesionales. Consúltenos y le asesoraremos sobre las mejores opciones para su caso.