Tal vez lo hayas observado: hay personas que no reciben ayuda por discapacidad, a pesar de que muchas de ellas parecen necesitarla más que otras, a las cuales sí se les ha concedido. ¿Cómo es posible esto? Muchas veces, el secreto es que no ha habido una buena gestión de la solicitud. Para que sea concedida la ayuda tras una declaración de discapacidad, es necesario recopilar informes médicos de calidad, certificando sin lugar a dudas que esta persona presenta una discapacidad o se encuentra en inferioridad de condiciones respecto al resto de la sociedad.
En nuestra empresa de gestoría y asesoría en Las Palmas de Gran Canaria, llevamos años observando que muchas personas han desistido en su intento de percibir ayudas, debido a que su solicitud les fue denegada.
Sin embargo, el problema reside en que, independientemente de cuál sea la condición real de esta persona, lo que se tiene en cuenta para concederla es, principalmente, el informe médico. En buenas manos, se puede lograr. Pero hay que gestionar muy bien cada detalle del procedimiento y acompañar de informes que recojan todas las circunstancias que rodean a la persona, aportando, en cada paso, buena documentación. Es conveniente conocer, en cada caso, cuáles son los organismos competentes para la otorgación del certificado de discapacidad.
Una declaración de discapacidad no es un asunto que deba realizarse a la ligera, porque puede afectar al futuro y los ingresos de esta persona a lo largo de toda su vida.
Se deberán probar las características de la discapacidad, las enfermedades que se padecen y, además, las circunstancias sociales y económicas de la persona. Para que sea reconocida la condición de discapacitado, hay que tener al menos un 33 % de grado de minusvalía.
Las personas discapacitadas pueden recibir beneficios para adaptarse a los puestos de trabajo o conseguirlos; acceder a viviendas públicas; recibir ayuda económica, social y educativa; y, sufragar gastos médicos y de farmacia.
Una declaración de discapacidad no es un asunto de importancia menor, por lo que recomendamos apoyarse en manos profesionales. En Calzada, Fiol y González tenemos amplia experiencia realizando este tipo de gestiones, y apelando si no se satisfacen en primera instancia las necesidades que entendemos de justicia para nuestro cliente. Puede ver aquí un ejemplo.
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